El suelo pélvico es algo desconocido aún hoy en día: ¿cómo podemos cuidarlo?
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¡Hola! Soy tu Suelo Pélvico. Sí, sí, eso de ahí abajo. Estoy seguro de que me has sentido muchas veces, aunque igual ni lo sabes o no estás del todo segura porque no me cuidas mucho.
¿Te imaginas que una mañana te levantases y tu suelo pélvico te hablara? ¿Crees que podría hacerte ese comentario?
Por desgracia seguro que en un porcentaje muy alto de mujeres sí podría sí. El suelo pélvico es algo desconocido aún hoy en día. Se trata de algo tabú, oculto, mal visto. Parece que sólo existe si estamos embarazadas o si hemos tenido un parto traumático con muchos problemas.
Como me niego a que eso sea así, estoy aquí para ayudarte. Soy Arantxa Saldise, fisioterapeuta especializada en Salud Íntima Femenina y con este artículo quiero descubrirte tu suelo pélvico, así como porqué debes cuidarlo y cómo hacerlo.
El suelo pélvico no es un único músculo que corta el chorro de la orina. El suelo pélvico es un conjunto de músculos (varía según la nomenclatura, pero tenemos casi 20 músculos en esa parte de nuestro cuerpo, aunque muchos son muy finos o pequeños y la mayoría son bilaterales) que recubren la parte inferior de nuestra cavidad pélvica. Además, el término suelo pélvico incluye todos los ligamentos, fascias y tejido conjuntivo que se encuentran en esa zona (desde el pubis pasando por la uretra, vagina y recto hasta nuestro sacro y coxis.
Sus funciones son verdaderamente importantes. El suelo pélvico nos da soporte a nuestros órganos internos que se encuentran en la cavidad abdominal y pélvica. Es el responsable de que, en una situación de esfuerzo, como la tos, el estornudo, saltar o correr, estos órganos sigan en su sitio y con el tiempo no asomen por la uretra, vagina o ano.
También se encarga de la continencia. Gracias a ello controlamos los esfínteres para no tener pérdidas o escapes de orina, gases o heces.
Tiene gran relevancia en la función sexual. Es conocido como “la musculatura del orgasmo” y es necesario que su estado sea óptimo para que todo funcione adecuadamente.
Por último, juega un papel importante en la reproducción. Ya que guía y sostiene al bebé en su salida por el canal del parto. Se trata del “tobogán” que ayuda a que salga el bebé.
Además, se trata de un tejido dinámico, que se adapta a nuestro movimiento, a nuestras variaciones de peso, a nuestros cambios posturales, esfuerzos, etcétera. Siempre con la adecuada tensión para sostener y sujetar nuestros órganos internos (vejiga, útero y recto) dentro de la pelvis.
Por todo ello, si nuestro suelo pélvico se debilita (falta de tono y/o fuerza entre otras), estas estructuras que lo componen descienden, alterando sus funciones y apareciendo problemas o disfunciones de suelo pélvico como, por ejemplo:
- Prolapsos o POP (descenso de órganos pélvicos)
- Incontinencia urinaria, de gases o heces (pérdidas de orina, aunque sea una gotita)
- Dolor en las relaciones sexuales
- Disfunciones sexuales
- Vagina abierta
- Etcétera
(No es normal: https://youtu.be/zo9YQQ9RA-U)
¿Cómo puedo cuidar mi suelo pélvico?
- Coge un espejo de mano y mira tu vulva, tus genitales externos. Este es un ejercicio que suele costar bastante realizarlo, pero es de suma importancia para empezar a cuidarlo. El primer paso es integrarlo en nuestro esquema corporal y para ello es imprescindible mirarnos para que se realicen las conexiones neuronales oportunas. (Sobre el tabú: https:/youtube.com/watch?v=VdW4QbdDjqM)
- Intenta realizar pequeñas contracciones de tu suelo pélvico (los famosos ejercicios de Kegel). Simplemente piensa en cerrar y abrir. Si lo haces mirando en el espejo es posible que te sea más fácil identificarlo. Puedes pensar en cerrar tu vagina como unas puertas automáticas, ascender o elevar el ano o intentar juntar tu pubis a tu coxis y al revés entre otros. (Ejercicios de kegel: https://youtu.be/kjPiQhr0G6U)
- Realiza un pre-contracción de tu suelo pélvico ante los esfuerzos. Me explico mejor, antes de toser por ejemplo cierra tu suelo pélvico (contrae) para evitar que descienda. ¡Ojo! Antes de ello asegúrate que realizas una buena contracción y que no estás empujando. (Precontracción o knack: https://youtu.be/wRRKMNc6ZYU)
- Pon atención a tu postura, respiración, esfuerzos… Todo influye en tu suelo pélvico. Cualquier cambio de presión intraabdominal tiene su repercusión en las estructuras que cierran esa cavidad en su parte inferior.
- Disfruta con tus orgasmos, ten una vida sexual activa y placentera sola o acompañada, eso da igual, tus orgasmos ayudarán a cuidar tu suelo pélvico los consigas de la forma que sea. (Orgasmos para fortalecer: https://youtu.be/i-wE4h_bkvY)
- Acude a una fisioterapeuta especializada en Salud de la Mujer o Suelo Pélvico para que te valore y explore tu abdomen y suelo pélvico. Así sabrás como se encuentran realmente, te dará pautas para casa e indicará el tratamiento a realizar si es necesario. (quién es el profesional adecuado: https://youtu.be/GnA8DC6k2VA)
Posiblemente, estés abrumada con tanta información. Poco a poco, paso a paso, pero no lo dejes. Si lo dejas para mañana, para el lunes, las vacaciones… sabes que lo irás posponiendo y nunca te pondrás a ello. Y si tienes algún síntoma, algún problema o crees que algo te pasa, pide ayuda, seguro puedes mejorarlo.
Arantxa Saldise
Mujer, madre, emprendedora, fisioterapeuta especializada en Salud Íntima, Femenina, conferenciante, divulgadora, formadora, apasionada del deporte y de disfrutar la vida.
Me encanta poder ayudar a otras mujeres a reencontrarse con su cuerpo en cualquier etapa de su vida.